Por Diaz Francisco
Todo el mundo tenía la vista puesta en Erling Haaland en las semifinales de Champions League. La semana pasada, el delantero noruego hizo su debut en el Bernabéu y la expectativa desbordaba a todo el madridismo en medio de los rumores sobre su fichaje. Pero nadie contaba con Antonio Rudiger, que esa noche se volvió una muralla y lo anuló por completo.
Haaland pasó desapercibido en Chamartín, por lo que buscaba revancha en la vuelta y ante su gente. En Etihad, y con Rudiger en el banquillo, tuvo mayores oportunidades de gol, sobre todo dos cabezazos que Thibaut Courtois salvó de milagro. Pese a los cuatro goles que el Manchester City le propinó al Real Madrid, ninguno fue del nórdico.
Quien lo dejó en evidencia fue Julián Álvarez, que en 180 segundos hizo más que Erling en dos partidos completos. Pep Guardiola metió al argentino con el partido sentenciado, pero la Araña no quiso desaprovechar su oportunidad y la primera pelota que tocó acabó en el fondo de la red, cumpliendo así la ley del ex.
Aunque pocos lo sepan, Álvarez se fue a probar al Madrid cuando tenía tan solo 11 años pero no quedó. En ese entonces, el no querer alejarse de su familia a tan temprana edad, sumado a que la política del Merengue permitía recién incorporar jugadores a los 13 años, impidió la continuidad del campeón del mundo en España.
14/12/2024
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