Por Diaz Francisco
Después de una madrugada para el olvido, en la que hinchas del Liverpool se acercaron hasta el hotel para molestar a los jugadores del Real Madrid con fuegos artificiales, ambos equipos se vieron las caras en Anfield y todo los problemas ajenos se resolvieron jugando al fútbol. El Liverpool golpeó primero y, para sorpresa madridista, en dos oportunidades.
Un golazo de taco por parte de Darwin Núñez y un error de Thibaut Courtois establecieron la victoria parcial de los Reds por 2-0. Pero el Madrid no tardaría en responder. Desde los pies de Vinicius, llegaría el empate del Merengue. El primero, firma de la casa: pase de Karim Benzema y derechazo del brasileño desde la esquina del área.
Ya en el segundo tanto, Alisson devolvió los favores con un nuevo error. El arquero quiso despejar con Vini encima, pero la pelota rebotó en su compatriota y terminó entrando al fondo del arco. Esa equivocación dibujó una sonrisa de desesperación en el rostro de Jurgen Klopp. El Madrid estaba al acecho.
Llegó la segunda mitad en Anfield y la expresión del técnico alemán terminaría dándole la razón. Remontada histórica blanca para que el Liverpool sufra, por primera vez en su historia, cinco goles en una competición europea. Si el conjunto inglés ya tenía suficiente con Vinicius, era el turno de Benzema, que coronaría la victoria del 5-2 con un doblete.
En una noche donde los errores no estaban permitidos, el Liverpool cometió muchos en defensa y eso se notó en la cara de su entrenador cuando Alisson se equivocó de manera grosera. Reír para no llorar dice el dicho, y Klopp lo ha representado de la mejor manera este martes, consciente de que necesita un milagro para la vuelta en el Bernabéu.
13/12/2024
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