Por Diaz Francisco
Desde principios de abril que James Rodríguez no pisa un terreno de juego. La última vez que se lo vio con un balón bajo los pies fue en la derrota del Olympiacos por 2-0 ante el Panathinaikos. Su paso por Grecia lejos estuvo de ser consagratorio y apenas duró siete meses en el conjunto rojiblanco.
A sus 31 años, el colombiano no medita tomarse un año sabático y se mantuvo ejercitando para estar en condiciones en caso de que un club se ponga en contacto con él. Si bien desde Botafogo quisieron hacerse con sus servicios, James aún tiene el deseo de competir en Europa, lo que le habría limitado mucho más las opciones.
El único equipo, de momento, que ha mostrado un interés serio por Rodríguez ha sido el Besiktas que, según Transfermarkt, el conjunto turco ya habría alcanzado un acuerdo con el futbolista, con quien no pierde contacto desde que cortó su vínculo con el Olympiacos.
La inactividad y el bajón en su rendimiento durante estos últimos años jamás le permitirían volver a ganar lo que alguna vez se embolsó en el Real Madrid: 11 millones de euros por temporada. Ahora, el panorama es muy diferente y el Besiktas estaría dispuesto a ofrecerle un contrato de dos años a 2.5 millones anuales.
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