Por Diaz Francisco
De lateral izquierdo, de pivote o de mediocampista, Eduardo Camavinga se está comiendo el campo cada vez que salta a jugar. El francés volvió a brillar con la selección y su parón internacional confirmó lo que todos ya sabían: será la pieza angular del Real Madrid de acá a una década.
Con tan solo 20 años, el Merengue quiere blindar al mediocampista para siempre. En Francia alucinaron con su último partido ante Irlanda, donde le volvió a ganar la pulseada a Aurélien Tchouaméni, y todos sus compañeros en el vestuario se lo reconocieron. Tchouaméni pasó a ser la sombra de Camavinga, que está destinado a ser el nuevo Casemiro del Bernabéu.
“Que pueda jugar de lateral no significa que no lo pueda hacer de mediocampista. Ante todo, Camavinga es mediocampista. Está con confianza, está teniendo mucha actividad en su club y puede recuperar muchos balones. Ha hecho un gran partido”, reconoció Didier Deschamps en rueda de prensa.
Después de todas las flores que le tiraron sus compatriotas, Camavinga regresará a Valdebebas con la confianza por las nubes, una actitud más que necesaria para afrontar la recta final de la temporada. Carlo Ancelotti depositó toda su confianza en el francés, que ya es un inamovible del Madrid.
13/12/2024
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