Por Tomas Hernandez
Para ser futbolista profesional no sirve solo con tener talento. Por más bueno que sea si no hay dedicación, trabajo y una ayuda psicológica es muy difícil que todo pueda salir bien. El jugador, además de tener un técnico que te tenga confianza, necesita alguien que lo contenga para que todo salga bien.
Eso le ha pasado en estos últimos años a James Rodríguez, el crack colombiano que ha llegado como una gran promesa al mejor del club del mundo y que a pesar de haber empezado muy bien, su historia con el equipo madridista no ha terminado de la mejor manera porque se fue sin pena ni gloria.
Este ha pasado por varios clubes pero no se terminó de afianzar en ninguno y nunca más ha podido mostrar lo que hacía antes. Hace unas semanas atrás, se quedó sin club ya que rescindió su contrato con el Olympiacos de Grecia. Mientras tanto, alejado un poco del fútbol se dedica a otras cosas.
Mientras espera definir su futuro de acá a mitad de año, el colombiano se dedica a la venta de café y agua mineral. Pero no solo eso sino que también se ha convertido en dueño de una empresa de alimentos ya que es socio de la cadena de restaurantes Salvaje y Arrogante que se encuentra en varias partes del mundo.
13/12/2024
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