Por Diaz Francisco
La Liga supo ser noticia esta temporada por situaciones extra deportivas. Todo comenzó con el ‘Caso Negreira’, en el que el ex vicepresidente del CTA recibía pagos directos por parte del Barcelona por informes arbitrales. El Barça desembolsó 7.5 millones de euros durante el mandato de José María Enríquez Negreira y el campeonato sufrió una una mancha que será muy difícil de borrar.
Incluso con una investigación judicial de por medio, los resultados de los partidos ya no se pueden cambiar. Pero el ‘BarçaGate’ pasó a quedar en segundo plano cuando el Real Madrid visitó Mestalla hace unas semanas, donde Vinicius fue víctima de racismo y ninguna autoridad de la Liga saltó a defenderlo.
Hasta el propio Javier Tebas lo acusó de mentiroso y le recomendó informarse mejor antes de hablar mal del certamen. Fue la gota que colmó el vaso. Entre la ‘Negreira League’ y el ‘Caso Vinicius’, la imagen de la Liga había quedado muy dañada, en una campaña donde los escándalos tuvieron mayor protagonismo que el deporte.
Es por eso que la Liga decidió modificar su logo para la próxima temporada, en un movimiento para limpiar su imagen y dejar ‘atrás’ todo lo sucedido en la 2022/23. Tebas se sintió culpable, pidió disculpas por las palabras que utilizó contra Vini pero, al igual que los pagos culés al CTA, el daño ya estaba hecho.
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