Por Diaz Francisco
La Bundesliga estaba a fuego vivo. El campeonato se definía hoy, en la última jornada del torneo, con el Borussia Dortmund y el Bayern Múnich disputándose el título entre ambos. El conjunto amarillo dependía de sí mismo para consagrarse después de una década, mientras que el cuadro bávaro necesitaba una pequeña ‘ayuda’ de su rival.
Con Jude Bellingham en el banco, el Dortmund ya perdía 2-0 en apenas 24 minutos y con un penal malogrado de por medio. A los 40 salió Marco Reus lesionado y los ánimos se fueron por los suelos. Negado a darle minutos, Edin Terzic dejó al mediocampista inglés en el banquillo durante todo el encuentro.
Mientras el Signal Iduna Park tenía los ojos en el partido, sus oídos se trasladaron a Colonia, donde al Bayern Múnich se lo empataron 1-1 en el minuto 81 y, pese a que el Borussia estaba perdiendo ante el Mainz, los números corrían a su favor para hacerse con la Bundesliga.
Pero un tanto agónico de Jamal Musiala en el 89’ tumbó todas las posibilidades de que el Dortmund saliera campeón y que Bellingham se despidiera del club con un título bajo el brazo. El futuro jugador del Real Madrid ingresó al terreno de juego para consolar a sus compañeros, pero la emoción fue más imponente y no pudo evitar largarse a llorar.
13/12/2024
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