Por Tomás Valle
En el último partido del año ante el Deportivo Alavés, Nacho, defensor del Real Madrid, vio la tarjeta roja después de una entrada temeraria contra Samu, delanteror rival. Esta acción generó controversia y avivó la polémica sobre el arbitraje en el fútbol español.
La entrada de Nacho, que inicialmente fue sancionada con una tarjeta amarilla, fue objeto de revisión del VAR, lo que llevó a cambiar la decisión del árbitro y mostrar la tarjeta roja. Este giro en los acontecimientos deja al Real Madrid en una situación complicada, ya que perderá a Nacho para el próximo partido.
La comparación con acciones similares, como la de Duarte, defensor del Deportivo Alavés, quien continuó en el campo a pesar de cometer faltas, agrega un elemento de controversia. Los aficionados expresan su descontento ante lo que perciben como un doble rasero arbitral y señalan la necesidad de mayor coherencia en las decisiones.
La expulsión de Nacho plantea desafíos significativos para el entrenador Carlo Ancelotti, ya que ahora solo cuenta con un central disponible para el próximo partido. Con la necesidad de improvisar y posiblemente subir a jóvenes canteranos, el Real Madrid se enfrenta a una situación complicada en el retorno a la acción en 2024.
La posibilidad de que Tchouameni, centrocampista del Real Madrid, juegue como central, a pesar de su experiencia limitada en esa posición, genera incertidumbre entre los aficionados. La situación se vuelve aún más desafiante dado el estilo de juego agresivo de Nacho y la necesidad de encontrar soluciones efectivas en la defensa.
13/12/2024
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