Por Tomas Hernandez
El Real Madrid nunca se rinde y juega a todo o nada en cualquier cancha. Esto quedó demostrado sobre el final del derbi ante el Atlético Madrid por la Copa del Rey. Los de Ancelotti caían por 1 a 0 debido al gol de Samu Lino, pero salieron a buscar el empate y lo consiguieron velozmente.
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La primera que tuvo el Real Madrid luego del gol del Atlético fue el empate. Un centro al área de una pelota parada le dio la igualdad al equipo de Ancelotti. Jan Oblak salió mal a intentar cortar el centro e impactó contra su compañero Saúl, de esta manera no pudo retener la pelota que rebotó en su manos y terminó colándose en propia puerta.
De esta manera es la segunda vez que Oblak favorece al Real Madrid con un gol en contra. El primero fue en 2020 por LaLiga y el portero metió el balón a su arco con el trasero. De esta manera cuatro años más tarde se vuelve a repetir pero ahora el portero metió la pelota con sus manos.
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En el reciente derbi madrileño entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid, se destacó un rendimiento disímil en la primera mitad del centrocampista croata, Luka Modric. A pesar de que el error de Jan Oblak provino de un centro ejecutado por Modric, su desempeño general durante esta etapa del partido fue considerado como muy flojo. La comparación entre un Real Madrid liderado por Toni Kroos y otro dirigido por Luka Modric resalta la importancia de ambos mediocampistas en el funcionamiento del equipo. Se señala que hay una diferencia significativa en el rendimiento y el estilo de juego cuando el motor del equipo es uno u otro.
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