Por Diaz Francisco
La vida, más allá del fútbol, continúa. Pero hay muchos futbolistas que deciden iniciarla mucho antes de triunfar dentro del deporte. Incluso algunos, lo que recién comienzan, atraviesan sus últimos años universitarios al mismo tiempo que dan el salto a primera división. Quieren dejar su vida acomodada para no perder la cabeza por la fama, muchas veces muy mal manejada cuando dan sus primeros pasos.
No estaría siendo el caso de Gabri Veiga. La joya del Celta de Vigo mantiene consigo su círculo más íntimo y no deja entrar a su vida ajenos que solo buscan sacar provecho. El único: el israelí Pini Zahavi, su nuevo agente, que llega a la vida del mediocampista con el visto bueno del Madrid y que tiene en su currículum jugadores como Alaba y Lewandowski.
Al margen de lo futbolístico, el Merengue se caracteriza por analizar el entorno y la personalidad de los futbolistas que tiene agenda, dos aspectos que Veiga cumple a rajatabla. Incluso, estudiando su vida personal, salió a la luz que la joven promesa del Celta está estudiando periodismo, una carrera que le costará terminar si da el salto a la élite del fútbol mundial.
La idea de Gabri es clara: mantener los pies sobre la tierra, y si puede ser en el césped del Bernabéu, mejor. Desde Balaídos solo están dispuestos a dejarlo ir si abonan su cláusula de 40 millones de euros, un monto bastante accesible para Florentino Pérez que no debería poner palos en la rueda para cerrar el primer fichaje del verano.
02/12/2024
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30/11/2024
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