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El nueve del futuro, el jugador que corre con ventaja para suplir a Benzema

Ya tiene el visto bueno de Ancelotti y de toda la plantilla madridista.

Por Diaz Francisco

Ya tiene el visto bueno de Ancelotti y de toda la plantilla madridista.

La falta de gol en los últimos partidos del Real Madrid hizo saltar las alarmas a más de uno en Chamartín. Como era de esperar, todas las críticas recayeron sobre Karim Benzema, al mismo tiempo que Carlo Ancelotti no pudo dar en la tecla y encontrar una solución al instante. Este presente, llevó a ambos a poner en riesgo su continuidad como madridistas.

Para fortuna de Ancelotti, el Merengue no jugará partido entre semana, por lo que tendrá tiempo de sobra para planificar al máximo el próximo duelo liguero ante el Espanyol. Su primera decisión llegó este lunes, cuando decidió darle día libre a la plantilla tras el empate en el Benito Villamarín. El objetivo fue claro, que los jugadores recapaciten y recarguen pilas.

Con varias jornadas de entrenamiento por delante, Carletto comenzará a probar nuevas estrategias y estilos de juego, siempre priorizando el punto débil del Madrid en estos últimos días: el ataque. Incluso, antes de igualar 0-0 contra el Betis, al técnico italiano le preguntaron si era posible jugar con dos delanteros ante la falta de gol, a lo que respondió que no es una opción por descartar.

Ahora bien, con toda la semana libre por delante, Ancelotti probará en Valdebebas un nuevo esquema de juego. El 4-4-2 tomará protagonismo en la ciudad deportiva con Benzema más retrasado y Álvaro Rodríguez ocupando su lugar, una formación que hasta el momento no ha tenido la oportunidad de probar desde al ascenso del canterano al primer equipo.

Solo habrá dos delanteros en los minutos finales

Pese a que esta fórmula esté cobrando fuerzas, seguramente no será algo que Ancelotti utilice desde el comienzo de un partido. Lo que sí es factible es que el Real Madrid los haga compartir cancha cuando exista, principalmente, la necesidad para remontar o destrabar algún partido, tal como sucedió en Sevilla, donde francés y uruguayo coincidieron tan solo tres minutos de juego. 

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