La lesión de Benzema ¿Una complicación o una solución para traer a una nueva estrella?

La temporada pasada, Mbappé estuvo en boca de todos los madridistas. Teniendo su fichaje atado por el Real Madrid finalmente acabó renovando por el PSG, y todo dió a parecer que se le escapaba el tren del conjunto blanco. Pero Florentino ha dejado la puerta abierta. Es cierto que está dolido con su actitud, y con la traición que ha cometido, pero ahora ve una posibilidad en el futuro de que acabe aterrizando en la capital española.

La razón está en Benzema. Las muchas lesiones que Karim lleva esta temporada dejan al Madrid sin un delantero centro. Se ha perdido muchos encuentros y su percance antes del Mundial es otro más. Aunque Rodrygo puede actuar ahí, y lo ha hecho mostrando un gran rendimiento, tanto de cara a puerta como repartiendo asistencias, parece algo cojo el puesto para luchar por todo.

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Además, las ganas de Kylian de salir de PSG son notorias. Se ha llegado a informar de que ya en el mes de julio se había arrepentido de renovar con los parisinos, y se debe a que el jugador siente que no han cumplido las promesas que le hicieron. Pero para llegar a Madrid, lo que necesita el delantero es el perdón tanto de Florentino como del madridismo. Nadie duda de que es un jugador de una gran calidad, pero siguen dolidos por todo lo que ocurrió.

Mbappé es consciente que hacer un gran Mundial en Qatar puede ser la llave maestra que vuelva a abrirle otra vez la opción de fichar por el Real Madrid y en el Bernabéu no descartan nada. Parece que la directiva blanca seguirá de cerca las actuaciones de la Selección de Francia.

Hay que ganarse al madridismo

Para fichar por el Real Madrid tiene que conseguir que Florentino le perdone. Pero si se confirma su llegada, lo siguiente que tendrá que hacer es ganarse al madridismo. Ya decimos que nadie duda de su gran calidad. Pero su forma de actuar sigue doliendo mucho en el Bernabéu, y tendría que demostrar que todo eso quedó atrás, que está dispuesto a ponerse al servicio del equipo y a la gran familia que es ahora mismo el vestuario blanco.