Por Diaz Francisco
El centrocampista inglés, gran protagonista del triunfo en San Mamés, encendió a la grada de la Catedral y varios de sus rivales por su celebración en el 0-2, su primer gol oficial con la camiseta del Real Madrid, en el que confesó tener “un poco de suerte” el ex Borussia Dortmund fue la figura indiscutida del juego.
Después de anotar, el nuevo número 5 merengue e dirigió a la grada desplegando los brazos. Esta es su celebración habitual desde hace años tanto si marca en casa como a domicilio. El gesto enfadó mucho a ese sector de la grada de San Mamés e Iker Muniain e Iñaki Williams le recriminaron el festejo, como si fuese una provocación.
"Aquí esto no, eh", le dijo enfadado el capitán de los leones antes de sacar de centro, tal y como ha informado el sitio Mundo Deportivo. Los comentarios han seguido en las redes sociales. Por suerte, dentro del campo, la cosa no ha pasado a mayores. Pero lo cierto es que Bellingham ha hecho estallar a gran parte de la grada rojiblanca.
La pitada a Bellingham no ha sido la única con fuerza de la primera mitad. Además de protestarse el anuncio de cada futbolista del Real Madrid al narrar las alineaciones, el público ha sido duro con Carvajal, al que no perdonan la dura patada que lanzó a Yuri en el último partido de la pasada Liga. Le provocó una fractura del peroné de la que todavía se recupera.
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