Por Tomás Valle
El Real Madrid no pudo quebrar el cero en los primeros 45 minutos ante el Mallorca. A pesar de controlar el juego en todos los aspectos el elenco de Ancelotti no logró penetrar el bloque bajo que propuso la visita y por ello siempre chocó con un muro rojo defensores.
Esto generó que el Real Madrid comience a desesperarse y deje espacios para que el Mallorca contragolpee y poca en aprietos al local. Ante esta desesperación el juez, Muñiz Ruiz comenzó a tener preponderancia con amarillas hacia los jugadores blancos de manera injusta.
El primer amonestado de mala fue Rodrygo, el jugador brasileño fue derribado en el borde del área, el juez obvio la infracción y decidió mostrarle el cartón amarillo por su protesta. Luego sobre el final del partido, Lunin, fue cargado ilegalmente por Samu, delantero del Mallorca y el réferi tampoco decidió cobrar.
El arquero ucraniano del Real Madrid salió despedido del arco y por esta alocada, pero justa, protesta vio la tarjeta amarilla. De esta manera, el club Merengue tiene a dos jugadores condicionados para la segunda parte donde deberá cuidarse del juez, Muñiz Ruiz.
"Están perdiendo tiempo, en cada saque dos minutos… no puede ser", fueron las palabras de Vinicius dirigidas al colegiado. El delantero mostró su frustración ante lo que consideraba una táctica de pérdida de tiempo por parte del Mallorca. Este tipo de situaciones no son ajenas al Real Madrid, que ha enfrentado diversos arbitrajes y estrategias de juego que, según algunos, buscan beneficiar al equipo contrario en detrimento del espectáculo.
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